Stories / junio 2025
Antes de nada, felicidades por el nacimiento de tu tercera hija.
Emelie: ¡Muchas gracias!
¿Cómo te encuentras después del parto, tanto física como emocionalmente?
La verdad es que muy bien. Nuestra vida con tres niñas nos ha instalado en un nuevo ritmo que está resultando sorprendentemente fluido. Poco a poco, siento que estoy lista y ansiosa por volver a entrenar, lo que supone un agradable cambio después de unas cuantas semanas de lo más tranquilas. Desde el punto de vista emocional, me noto positiva. Ayuda que hemos tenido unos cuantos días de buen tiempo —una semana con sol y dos más que se avecinan— y eso es algo que, definitivamente, levanta el ánimo.
¿Cómo preparaste tu cuerpo o tu mente para afrontar el parto?
Traté de no fijarme demasiadas expectativas. He aprendido que mantener una mentalidad abierta resulta verdaderamente útil. Dicho esto, conozco bien mi cuerpo y, salvo por alguna complicación grave, tenía el presentimiento de que todo iría bien. Además, hacia el final del embarazo, tomé la decisión consciente de coger una baja de maternidad como es debido —algo que no había hecho antes. Este cambio de mentalidad me ayudó a relajarme y descansar de verdad. Mis patrocinadores tenían claro que me lo iba a tomar con mucha calma durante tres meses, lo que me brindó espacio para vivir el momento plenamente con mi familia.
¿Tomaste alguna decisión tajante o te pusiste algún límite en torno al propio parto, como evitar la analgesia?
En absoluto. Soy muy flexible con esos temas. No tracé un plan de parto con normas demasiado rígidas, porque prefería reaccionar en el momento, según fuesen desarrollándose los acontecimientos. No tenía ningún problema en utilizar analgesia si era necesario —más que nada, se trata de escuchar a tu cuerpo.
¿Aún eres capaz de ir gestionando las cosas día a día o tu vida ya se ve invadida por los compromisos profesionales?
De momento, he sido capaz de disfrutar mucho estos tres meses. Tengo planes de tomarme por lo menos otro mes más así. Pero noto cómo vuelven la energía y las ganas de incrementar la actividad. La logística con Kilian y los entrenamientos también regresan poco a poco. Ayer hice una sesión de tres horas y eso, claro está, necesita planificación. Hago todo lo que está en mi mano para mantener el equilibrio entre esos días más ajetreados y otros más tranquilos, como hoy, que solo he de terminar unas cuantas cosas y me dispongo a pasar la mayor parte del tiempo con Lo.
¿Kilian y tú planificáis la logística con antelación o vais sobre la marcha?
Los dos somos bastante buenos gestionando la logística para que no nos sobrepase. Pero lo que quería evitar, particularmente durante este embarazo, era el estrés inherente a la logística de los entrenamientos —la lactancia, coordinar los huecos disponibles de uno y otro, etc. De todos modos, tengo tres hijas, un perro y un gato, así que la logística es parte de mi vida.
Ahora que vives esta experiencia única como atleta de alto nivel y como madre de tres hijas, ¿qué crees que has aprendido?
Creo que ya he aprendido muchas cosas. Recibo un montón de mensajes de personas con hijos —sobre todo madres— que me piden consejo. Me encanta compartir lo que sé hasta ahora, consciente de que mi experiencia y mi perspectiva continuarán evolucionando.
Además, hacia el final del embarazo, tomé la decisión consciente de coger una baja de maternidad como es debido —algo que no había hecho antes. Este cambio de mentalidad me ayudó a relajarme y descansar de verdad.”
¿Cuál crees que es el mayor obstáculo que impide alcanzar esta mentalidad?
A mí me costó mucho el cambio; permitirme bajar el ritmo y aceptar el hecho de que «estar solo» con el bebé es suficiente. Tu entorno también desempeña un papel fundamental —los amigos, la familia y el ritmo de la vida que te rodea.
¿Cómo ha cambiado la dinámica familiar desde la llegada de vuestra tercera hija?
El cambio ha sido verdaderamente para bien. Nuestras dos hijas mayores han madurado un montón; son más independientes, duermen del tirón toda la noche y son muy cariñosas con su hermanita. Parece que el hecho de ser cinco ha traído una nueva armonía a la casa.
¿Crees que esa armonía hace que sea más fácil para ti dedicar tiempo a entrenar?
Es posible. Si todo fuese más caótico, puede que mi necesidad de escapar y echarme una carrera fuese todavía mayor. Pero, en general, sí, una atmósfera tranquila supone una gran diferencia.
Sobre todas las cosas, insisto en la mentalidad: no tengas prisa, no te agobies por recuperar la forma— solo escúchate a ti misma y disfruta el momento en el que estás.”
Has mencionado la importancia de prevenir las lesiones durante la recuperación posparto. ¿Qué enfoque, tanto físico como mental, has adoptado en este sentido?
He tenido mucho cuidado. Hice un montón de entrenamiento de fuerza y fui incrementando el volumen de forma progresiva. Mentalmente, me liberé de toda presión. No aspiro a ganar ninguna carrera este verano. Esta mentalidad me permite entrenar de una forma segura y sostenible.
¿Haces un seguimiento de tus carreras o entrenas sin poner la vista en los datos?
Me pongo el reloj, y, sobre todo, controlo mi pulso y mi progresión. Pero todavía no corro por terreno llano, solo camino o corro despacio en cuesta —que resulta más favorable para el suelo pélvico. Aún es muy pronto, así que tengo mucha precaución.
¿Cuál fue el mayor cambio en tu primera sesión tras el parto?
Me sentía floja —lo que es completamente normal— y mi pulso se aceleraba muy rápido. Esto es algo que cabe esperar cuando no se está en plena forma. De todos modos, la variabilidad de mi pulso mejoró rápido, lo que resultó alentador y clave para mi recuperación.
¿Esa primera caminata fue para ti algo simbólico o que planeaste durante mucho tiempo, igual que les ocurre a veces a otras embarazadas que sueñan con tomarse la primera cerveza o una comida en particular después de dar a luz?
(risas) La verdad es que no. Tenemos un sendero en el que puedo coger un telecabina para bajar. Así que ese día, Kilian subió con las niñas y nos encontramos arriba; estuvo muy bien. Sin embargo, en un valle cercano, hay otro recorrido de 30 kilómetros que de verdad me gustaría hacer. Esperaré a más adelante en verano, cuando me sienta preparada.
Todavía no corro por terreno llano, solo camino o corro despacio en cuesta —que resulta más favorable para el suelo pélvico. Aún es muy pronto, así que tengo mucha precaución.”
¿Habrá una señal física o serán tus registros los que te digan que estás lista para el reto?
Las dos cosas. Comenzaré con carreras cortas sin desnivel —puede que dos minutos corriendo, un minuto caminando— e iré incrementando gradualmente el tiempo y la velocidad. Me dejaré guiar por mi cuerpo.
Kilian dijo públicamente, bastante antes de que naciera vuestra hija, que organizaría su temporada en torno a vuestra familia. Parecía algo insólito en el deporte de élite. ¿Cómo tomasteis esa decisión?
Contábamos con que Lo llegase antes de su carrera; y así fue. Pero de no haber sido así o si las cosas se hubieran complicado más, no se habría ido. Tomamos la decisión juntos. Mi madre vino a ayudarlos, lo que supuso un enorme apoyo.
¿Qué es lo que más necesitas ahora mismo para estar bien y sentir equilibrio?
Ahora mismo, necesito quedarme un poco más en esta tranquila burbuja que me proporciona la maternidad. Está siendo una experiencia diferente de las dos anteriores; tal vez por la fase vital o por el hecho de tener tres hijas. Ya no doy por supuesto que voy a entrenar, pero cuando puedo hacerlo sin estrés, la sensación es maravillosa. El entrenamiento de fuerza es fácil de incorporar al día a día, incluso con un recién nacido, y me ayuda a centrarme.
La naturaleza también desempeña un papel importante en tu vida familiar. ¿Cómo expresas esa conexión con tus hijas?
Tenemos suerte; abrimos la puerta y estamos fuera. Las niñas se vienen a pasear con el perro y todos los fines de semana hacemos rutas cortas de senderismo. Se ha convertido en una rutina que les encanta. La mayor muestra especial curiosidad: se sabe los nombres de los pájaros, percibe todo y hace montones de preguntas. Para nosotros es muy importante fomentar esa curiosidad.
¿También habláis con ellas sobre cuestiones relacionadas con el medioambiente y el cambio climático?
Claro, de forma acorde a su edad. Por ejemplo, si quieren unas zapatillas de esas con destellos y que llevan pilas (risas), les explicamos el impacto medioambiental que tiene la forma en la que han sido fabricadas. También les decimos que no hay que desperdiciar los alimentos o el agua. Son pequeñas, pero tratamos de responder a sus preguntas con sinceridad y sensibilizarlas de forma natural.
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